Thomas Robinson un rookie con mucha calidad.


La noche del Draft, posiblemente la noche que hace del deporte americano, en especial de la NBA, algo diferente, algo especial… La oportunidad de hacer que el peor equipo de la temporada anterior consigue elegir a una de las futuras estrellas potenciales de la liga,LBJ levantó a los Cavs, D-Rose volvió a poner a los Bulls en la pelea, Durantula cogió a unos desechos Supersonics para crear lo que hoy en día son los finalistas de la NBA en OCK… Sin dinero de por medio, sin que el más rico tenga la posibilidad de llevárselo, el que lo elige, se lo queda.

Pero el Draft del 2012 tenía algo especial, una historia especial… para ello hay que bajar hasta el número 5 del Draft, a la elección de los Kings de Sacramento, hasta el Power Balance Pavilion iba a viajar un ala-pívot de 2’06m de altura, desde la Universidad de Kansas. A la sombra tanto de Markieff como Marcus Morris, con la marcha de ambos dió un paso al frente para ser el dueño de la pintura.

Pero su historia va mas allá del baloncesto, a finales de diciembre de 2011 el móvil de Thomas sonó, era su abuelo, su abuela había fallecido… un palo durísimo para él. 11 días después volvió a sonar el teléfono de Thomas, esta vez, era su madre, su abuelo había fallecido. Thomas estaba roto y a la vez, preocupado, su madre estaba muy débil, él lo notaba… 4 días después volvió a sonar el teléfono del bueno de Thomas, su hermana Jayla era un mar de lágrimas, su madre había muerto…

Solo dos días después tenía que enfrentarse a Kansas State, su entrenador dice que esa noche fue durísima para él, estaba llorando desconsoladamente, entre sollozos le dijo a su entrenador, usted no lo entiende, no me queda nadie… Toda su família era su hermana de 7 años Jayla a la que él trata por todos los medios de llevar consigo a Kansas desde su Washington natal. Pero apareció en escena el padre de Jayla, que no es el padre de Thomas, recién salido de la cárcel por tráfico de drogas, reclamando la custodia de la joven Jayla.

El bueno de Thomas ya no juega por la fama, ni por el dinero, lo hace por su hermana… los valores que mueven a este magnífico ’4′ ahora en California son mucho más fuertes que los que mueven a hombre como LBJ, Kobe o Durant, no juega por fama, no juega por titulos o por reconocimiento, el sale cada noche a la cancha a darlo todo por lograr un futuro digno para Jayla, es el amor por su hermana lo que le mueve a dar el 100% de sí mismo cada noche, a exprimirse al máximo. Al lado de Evans o Cousins tratará de conseguirlo en un vestuario bastante complicado.

Yo, personalmente me declaro desde hoy fan de Thomas Robinson, por ser capaz de salir adelante a pesar de todo lo que ha pasado, de resurgir de sus cenizas cual ave fénix y hacer de su dolor un arma que le ha llevado a ser elegido número 5 del Draft de la NBA. Muy de Thomas Robinson, seguro que llega alto en la liga, porque lo merece como el que más.


Publicado por David Plaza García.
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